Octavo dia

Supuestamente es el dia libre, pero como el bus del grupono sale sino hasta medio dia para ir a almorzar y volver, nosotros tomamos una buseta del hotel para que nos lleve al Marriott del centro. Vamos a l barrio musulman, islamico, cantiodad de mezquitas y los famosos souk, las placitas de mercado que adoran los turistas. Decidimos volver a las piramides. Ya somos expertos en cojer taxi y recatearlo. Claro que este ultimo taxista nos sale mannoso, y recoje a un vendedor de kleenex que le hizo la parada en el camino y como alla los taxis pueden llevar a mas de dos clientes, se subio y nos terminaron dejando en un sitio donde alquilan camellos y caballos, para visitar las piramides, porque nos querian montar en esas bestias a cualquier precio, y nosotros con el horror que le tenemos a esos animales de cuatro patas... . Nos toco casi bajarnos y salir en desbandada, eso si me dio susto porque el barrio donde estan las famosas piramides es estrato 1, parece ciudad bolivar. Menos mal dimos con el camino que no era muy lejos. Desde la primera vez que fuimos yo vi que habia un Kentucky y yo con esas ganas de pollo de verdad que tenia, por fin pude darme el gusto. Desde el tercer piso del Kentucky vimos el sol esconderse detras de Mikerinos y de la esfinge. Luego volvimos al hotel. Cenamos italiano con un gentil egipcio Gino que de verdad se llamaba Ahmed